Mucho se ha hablado del contenido en Internet, inclusive se han acuñado frases como: “el contenido es el rey”, traducción de content is king. Pero, ¿en qué radica la importancia del contenido?, pues bien, la respuesta es así de simple, ¡LOS BUSCADORES ADORAN EL CONTENIDO!
Según los estudiosos, la gente entra a Internet por 3 razones principales: informarse, educarse o entretenerse, y para lograrlo, utiliza alguna página de búsqueda como Google, Yahoo o Bing. Dado lo anterior, es normal que entre más y mejor contenido publiques en Internet, más probabilidades tendrás de ser encontrado.
Se entiende que ser encontrado es vital para el contenido; pero de nada sirve si no genera valor para los cibernautas, así que, como parte de tu estrategia de contenidos, es indispensable contar con un proceso repetible que asegure que todos sus componentes recorran los 3 pasos siguientes, antes de ser publicados en Internet:
1. Asegurar el fondo.
Tu contenido debe estar dirigido a la audiencia adecuada, en el tono y lenguaje seleccionados.También debe ser correcto y veraz en el fondo y en sus fuentes, pero sobre todo, debe cumplir con el objetivo para el que fue creado. Es fundamental asegurar una redacción apropiada y una ortografía impecable.
2. Revisar la forma.
En Internet la gente suele ser menos paciente que con un libro o una revista, y se enfoca enencontrar rápidamente la información a través de un “escaneo visual” del contenido. Sólo si encuentra los puntos clave que atraigan su atención, le dará el beneficio de leerlo con mayor detenimiento. Para conseguir que el lector le dé la oportunidad a una pieza de contenido, debemos diseñarlo y organizarlo para facilitar el hallazgo de los puntos clave, y esto se logra através de una serie de técnicas que “aligeran” la densidad de palabras en la pantalla de los distintos dispositivos electrónicos.
3. Optimizar los textos para buscadores.
El objetivo de esta optimización consiste en facilitar a los buscadores el “entendimiento” del contenido. Consta de varias tareas que permiten a los algoritmos –siempre cambiantes y siempre complejos– de los buscadores, ubicar, catalogar e indexar los contenidos y finalmente calificarlos como relevantes para una búsqueda específica. Entre tales tareas se destaca la construcción de las páginas incluyendo los “metadatos”, que son las etiquetas que ayudan a los buscadores a identificar y clasificar el contenido. También se requiere un balance y densidad adecuados de las palabras clave y una correlación entre los encabezados de las páginas y sus párrafos correspondientes.
La moraleja de este blog es que cualquiera puede escribir y publicar en Internet, sin embargo, el contenido no será funcional ni cumplirá los objetivos, si no se construye a través de un proceso que lo depure y optimice para su desempeño en el ciberespacio.
Juan Carlos Islas , Digital Strategist